Las agravantes y las atenuantes son circunstancias que pueden darse en la comisión de un delito y que ocasionan que la pena se vea incrementada o rebajada en la medida que marque la ley.
Cuando un delito presenta una serie de características que lo agravan, se considera que ese delito se ha cometido con agravante y la pena que se imponga a la persona que haya cometido el delito se verá incrementada.
Por otro lado, las atenuantes son una serie de circunstancias previstas por la Ley que disminuyen la responsabilidad criminal y que, por lo tanto, se traducen en una rebaja de la pena que se va a imponer a la persona que haya cometido el delito.
A continuación te proponemos unos ejemplos para que veas la diferencia entre atenuante y agravante:
- Atenuante. Un joven entra en su casa y ve a su compañero de piso husmeando en sus armarios. Le da tal ataque de ira que le mata de un puñetazo. En este caso, el hecho de que el asesinato se haya cometido en un momento de ira es un atenuante que supondría una rebaja de la pena.
- Agravante. Ese mismo joven entra en su casa y descubre a su compañero de piso husmeando en sus armarios. Se pasa semanas planeando la venganza y un día entra en la habitación de su compañero y lo mata de un disparo. En ese caso se darían varios agravantes del delito de asesinato; por un lado, el de premeditación (porque ha planeado el homicidio) y por otro lado la indefensión (porque le ha atacado con una pistola y el amigo no tenía armas).